¿Te gusta una cámara de 130 MP con apertura f/3.2? Pues está de suerte, porque no tienes una, tienes dos. Cuando se trata de cámaras de alta calidad, muchos pensamos en monstruos de formato medio como la Fujifilm GFX 100. También pueden venir a la mente las cámaras de marcas como RED o ARRI. Sin embargo, te sorprenderá descubrir que tus ojos pueden eclipsar las mejores cámaras del mercado.
En un vídeo de Corridor Crew, hablan de las especificaciones teóricas que podría tener el ojo humano, incluyendo cuántos «megapíxeles» tendría y qué «apertura» utilizaría.
Muchos fotógrafos se preguntan a menudo cuál es la resolución del ojo humano. La respuesta es bastante complicada, pero Corridor Crew lo equipara a una cámara de 130 MP. Este tipo de resolución sólo se encuentra en cámaras exóticas como la Phase One XF IQ4.
Curiosamente, la resolución no es uno de los puntos fuertes del ojo humano. En áreas como el rango dinámico y el rendimiento con poca luz es donde nuestros ojos realmente brillan. Actualmente, las mejores cámaras dslr del mercado tienen un rango dinámico medio de unos 15 stops. Sin embargo, el ojo humano puede percibir un rango dinámico de 21 stops. En esencia, nuestros ojos son capaces de captar simultáneamente detalles en las sombras profundas y en las zonas significativamente más brillantes de cualquier escena.
El rendimiento con poca luz es otra área en la que el ojo humano se desempeña particularmente bien. Por ejemplo, en situaciones de poca luz, nuestros ojos pueden sacrificar la percepción del color para maximizar su capacidad de recoger la luz. Esto es lo que ayuda a nuestros ojos a ver incluso en las condiciones más extremas, donde muchas cámaras tendrían problemas.
Debemos admitir que es fascinante ver cómo nuestros ojos se enfrentan a la tecnología de las cámaras modernas. Es posible que pronto lleguemos a un punto en el que los sensores de las cámaras de producción normal sean capaces de superar al ojo humano, especialmente en términos de rendimiento con poca luz y rango dinámico. Hasta entonces, todavía hay cosas que podemos hacer y que incluso el equipo fotográfico más caro no puede enseñarnos.