Cuando digo etiquetar fotografías no me refiero a ese pseudo-reconocimiento de cadáveres que casi nos vemos obligados a hacer cada vez que colgamos una foto en Facebook. Me estoy refiriendo a asignar palabras clave a nuestras fotografías. Si crees que perder un minuto etiquetando fotografías es, valga la rebuznancia, un pérdida de tiempo, quizás esto te haga cambiar de opinión…
Yo también era de los que decía “vaya chorrada!” cada vez que veía eso de “etiquetar” o “tags” en el flickr, el Picassa, Lightroom o programas de edición de cámaras 360 grados. Sin embargo en algún momento di con un video de iniciación a la fotografía donde se recomendaba usar eso de las palabras clave.
La razón que esgrimían en el vídeo era la organización, claro, qué iba a ser si no? Lo primero que pensé fue que yo ya tenía mi propio sistema de organizar las fotos y que estaba muy contento con él. Y además me parecía un poco absurdo añadir la etiqueta “fotos de cena de clase 2016″ a todas las fotos que ya tenía en la carpeta “fotos de cena de clase 2016″.
La mejor herramienta para organizar fotografías
Efectivamente añadir una etiqueta como esa puede ser un poco absurdo, pero la verdad es que se puede hacer un poco mejor si pensamos en qué queremos conseguir al etiquetar nuestras fotos. El objetivo que debemos perseguir es añadir la información necesaria a la fotografía 360 para ser capaces de encontrarla siempre que cumpla con los requisitos de una búsqueda hayamos hecho. En el ejemplo anterior, si quiero buscar todas las fotos de la cena de clase de 2167 me viene muy bien esa etiqueta, pero puedo ir directamente a la carpeta donde están todas esas fotos y ya está. Sin embargo, yo podría querer buscar todas las fotos de cenas, todas las fotos con la gente de clase o todas las fotos en las que sale una persona en concreto. Es entonces donde se puede aprovechar todo el potencial de las etiquetas.
Una buena base de etiquetas es como una base de datos donde yo puedo buscar mis fotografías respondiendo a diferentes criterios. Puedo buscar las fotos de mi familia, las de mis amigos, las del calet de la sierra de mis primos, las de cuando hice la mili en Algeciras (bueno, esas igual no salen…), o lo que se me ocurra. La potencia de las búsquedas depende de lo bien o mal que asigne las etiquetas.
Etiquetar imágenes en lightroom
En mi caso, además, el uso de etiquetas facilita mucho mi trabajo de procesado ya que Lightroom está orientado a funcionar con palabras clave. Así, las herramientas de búsqueda y selección de palabras clave que ofrece son muy potentes y permiten definir el conjunto de fotografías con las que queremos trabajar con un par de clicks. Incluso nos permite definir conjuntos o categorías dinámicas que se van actualziando conforme añadimos las palabras clave definidas a imágenes nuevas.
Por último, y como ya he dicho, muchas aplicaciones de almacenaje de fotografías online como flickr o picassa, entre otras, utilizan las etiquetas que tiene asignadas las fotografías para describirlas y poder localizarlas entre todo el material que suben los usuarios. Así que asignar etiquetas a nuestras fotos facilita el que otros usuarios puedan llegar a ellas a través de estos servicios online.
En aquél vídeo que he mencionado antes aconsejaban empezar a etiquetar nada más pasar las fotos al ordenador. De hecho, en el artículo sobre cómo pasar las fotos de la cámara al ordenador, ya comenté que Lightroom te da la posibilidad de asignar palabras clave a las fotos antes incluso de importalas. Sin embargo estas etiquetas deben ser muy generales, pues han de ser comunes a todas las fotografías que pasamos de una vez de la cámara al ordenador. En el caso de las fotos de la cena de clase la etiqueta podría ser algo así “cena de clase”.
Una vez que tenemos todas las fotos en el odenador nos enfrentamos a lo más difícil: qué etiquetas asigno a cada foto? La verdad es que, al principio sobre todo, ponerte delante de una foto y pensar en qué etiquetas le puede poner resulta un poco duro. Conforme vas adquiriendo el hábito de hacerlo te vas haciendo con un buen bolsón de etiquetas que tiendes a reutilizar y el proceso resulta más sencillo. A continuación os dejo 10 trucos para etiquetar fotografías de manera efectiva:
Es mucho más sencillo echar un vistazo a todas las fotos que quieres etiquetar y seleccionar grupos que comparten ciertas características que ir de una en una. Si volvemos a las fotos de la cena, ya lo estamos haciendo al pensar en la etiqueta o etiquetas comunes a todas ellas: “cena de clase”. Después puedo seleccionar, por ejemplo, todas las fotos del restaurante (del kebab, no nos engañemos) y añadir por ejemplo el nombre del sitio. Y así sucesivamente, identificando cada vez grupos más pequeños de fotos a los que asignar etiquetas comunes.
Pienso que cuanto más descriptivas son las etiquetas mejor. Los motivos principales son dos: por un lado la información que añado a la foto es más precisa y se ajusta mejor a su contenido. Se podría pensar que trabajar con etiquetas demasiado largas dificulta luego el aparezcan en búsquedas generales que podamos hacer, pero realmente es al contrario. Cuando hacemos una búsqueda por palabras clave, normalmente se nos presentan varias opciones entre las que podemos elegir si queremos una búsqueda exacta de las palabras que queremos o una búsqueda de todas alquellas palabras clave que contengan aquello que hemos buscado. Así, por concreta que sea una etiqueta asignada siempre la podemos encontrar sin problemas. Incluso podemos excluir de los resultados aquellos que contengan la palabra que hemos puesto en la búsqueda.
El mayor inconveniente que yo le veo a las etiquetas demasiado largas viene cuando colgamos fotos por ejemplo en flickr y las etiquetas aparecen automáticamente (opción que se puede cambiar). La verdad es que queda un poco raro y puede dificultar que otros usuarios encuentren nuestras fotos a partir de las etiquetas, pero bueno, mayor dificultad supone es idioma en que etiquetemos y no por ello nos vamos a pasar al inglés, no?
Escribir quién aparece en las fotos en las que aparece gente (conocida, se entiende) es muy recomendable ya que, al menos en mi caso, es una de las búsquedas más comunes que hago. Quiero ser capaz de encontrar todas las fotos en las que aparece cualquier persona que sé que he fotografiado. Además, es muy fácil y rápido identificar a las personas de una foto, así que no ay excusa para no hacerlo.
El lugar dónde hemos hecho la o las fotografías también ha de quedar documentado. Desde cosas sencillas como “Pamplona” o “Donosti”, hasta algo más concreto como “vacaciones en Galicia”, con lo que sé que voy a ser capaz de encontrar esas fotos aunque no me acuerde de qué año era cuando fuimos a Galicia o con quién fui; algo que me puede llegar a pasar… qué cabeza!! Por otra parte gracias a esto podemos saber qué lugares nos inspiran más a la hora de coger la cámara, algo que puede resultar interesante para saber qué tipo de cosas nos gusta más fotografiar.
No vas a etiquetar “mesa” en todas las fotos hechas en el comedor de la casa de tus padres… o sí, si resulta que es una mesa de madera maciza de roble de 250 kilos de peso y tallada a mano por tu bisabuelo, quien sabe. Pero entonces el objeto ya tiene cierto interés y la etiqueta podría ser algo como “mesa tallada del bisabuelo”. Lo que nos ayudaría en cierto momento a encontrar todas las fotos de esa mesa en particular, o las relacionadas con el bisabuelo.
Otro tipo de etiquetas parecidas pueden ser animales o plantas que aparecen en la imagen, o cosas que nos gusta fotografiar. En mi caso, dado que actualmente vivo en ciudad con playa, “agua”, “mar” o “playa” son etiquetas que utilizo habitualmente.
Este tipo de etiquetas me parece muy interesante y desgraciadamente no hace mucho que empecé a utilizarlas. Imagina que has dado con un tutorial de photoshop para retocar retratos, por ejemplo, y lo quieres probar con tus propias fotos. No tiene sentido ir buscando a todas las personas a las que les has podido hacer retratos pudiendo tenerlos a todos a 1 click si utilizas una etiqueta sencilla como ésta. Seleccionas todas las imágenes y aplicas el retoque a todas ellas al mismo tiempo. Y finalmente vas viendo cuáles te convencen o cuales necesitan un retoque final.
Lo mismo puede pasar con un paisaje o con las fotografías macro, por poner algunos casos. Otra etiqueta que yo utilizo bastante es la de “reflejos“, que asigno a todas las imágenes en las que he buscado esos efectos de reflejos en el agua u otras superficies. Así encontrar después esas imágenes es mucho más rápido y fácil.
Muy en relación con el apartado anterior está éste. La primero técnica que se me viene a la mente es la de Blanco y Negro, que es muy característica. Pero puede haber muchas otras que te guste hacer, como proceso cruzado, mapa de color, fotografía antigua, etc…
Normalmente los metadatos de las imágenes ya contienen la información de la longitud focal con que está sacada cada imagen, pero puede ser que tengas más de un objetivo capaz de sacar a una distancia focal concreta. Cómo sabes entonces con qué objetivo sacaste una fotografía? Ponle una etiqueta! Puede que te preguntes pa qué puedes querer saber con qué objetivo sacaste una foto concreta, pero imagina que quieres vender un viejo objetivo. Es interesante aportar fotos que ayas sacado con esa lente para animar a los posibles compradores… ahí tienes una utilidad, pero se me ocurren otras como por ejemplo ver cuándo aparecieron esas dos motas de polvo en tu objetivo favorito y muchas otras.
Recomendaciones para etiquetar imágenes
Si trabajas el hábito de etiquetar tus fotos acabaras creando un buen grupo de etiquetas o palabras clave. Es interesante que las vayas reutilizando todo lo posible para que así las búsquedas sean lo más precisas posible. Así que si ya has utilizado alguna vez la etiqueta “blanco y negro”, no uses otras como “B y N” o “B/N”. Para eso es conveniente revisar las que ya tienes o utilizar la función de auto-completar del programa que utilices.
Crear y utilizar un buen recetario de etiquetas es enriquecer el lenguaje con el que describimos nuestras fotografías. Y eso juega a nuestro favor a la hora de tener un buen sistema de organización y, en última instancia, asegurarnos de que ninguna foto importante va a caer en el pozo del olvido. Así que tómate 1 minuto más y revisa las fotos por si puedes añadir alguna etiqueta más. Con el tiempo verás que merece la pena.